Las carreras son el momento perfecto para ponerse a prueba y ver qué tanto has mejorado.
Aunque entrenes correctamente, si cometes errores antes de una carrera será imposible que puedas rendir al máximo.
Por ello, a continuación, te mostramos las cuatro aberraciones que deberías evitar antes de una carrera.
CUATRO ABERRACIONES QUE NO DEBES HACER ANTES DE UNA CARRERA
OLVIDARSE DE LA ALIMENTACIÓN
El running es una actividad intensa repetitiva y de alto impacto, por lo que exige al máximo todo tu cuerpo.
Tus extremidades deben trabajar en cada zancada para estabilizarte y moverte hacia adelante en forma constante.
Para que tu cuerpo pueda hacer eso necesita de muchos nutrientes que deben ser provistos a partir de la alimentación diaria.
Antes de una carrera como el medio maratón o el maratón, tu alimentación es un aspecto vital que debes tener en cuenta y cuidar al máximo.
Evitar alimentos basura y llenarte de alimentos nutritivos son las dos pautas esenciales. Recuerda, las frutas y verduras son tus aliados.
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ENTRENAR DURO
Antes de una carrera, todo está hecho, no por entrenar más vas a correr más o mejor el día de la competición.
Al contrario, si entrenamos en exceso vas a llegar cansados y no podrás rendir al 100%. No pasarte a la hora de entrenar y llegar descansados será fundamental de cara a la competición.
Guarda toda tu energía para el día de la carrera, seguramente las vayas necesitar.
ESTRENAR ZAPATILLAS
Salvo que corras descalzo, las zapatillas suelen ser una de las herramientas indispensables para un corredor.
Las zapatillas nuevas necesitan usarse durante algunos entrenamientos (no menos de 30 kilómetros) para que estén amoldadas a tus pies.
Asimismo, durante esos entrenamientos podrás detectar sí las zapatillas son las adecuadas para ti o si es mejor conseguir otras.
Durante los primeros usos de una zapatilla nueva, no es raro que se produzcan alguna molestias, incomodidades o fricciones (que pueden generar ampollas).
Por ello, el día de la carrera, utiliza un par de zapatillas al que estés acostumbrado y evita las sorpresas de correr con zapatillas nuevas.
Nadie está exento de eventos desafortunados (una zapatilla que se rompe el día anterior, una lluvia que mojas nuestras zapatillas o un perro que se las come).
Una buen manera de evitar que estos acontecimientos te afecten, es tener más de un par de zapatillas y saber que puedes contar con ellas el día de la competición.
CORRER LESIONADO
Todo corredor debería saber que correr no tiene que doler, nunca debes correr con dolor, debes aprender a distinguir incomodidad con dolor.
Sentir incomodidad en determinados entrenamientos es correcto (los entrenamientos de velocidad, por ejemplo), pero de ninguna manera pienses que correr con un dolor en tus rodillas, tobillos o cualquier parte de tu cuerpo es normal.
Probablemente, estos dolores sean los anuncios que te da tu cuerpo para que entiendas que estás haciendo algo mal. Son los dolores que debes aprender a escuchar para evitar que te lesiones.
Sin embargo, son muchos los corredores que cometen el error de negarse a bajar las cargas, continúan entrenando y se terminan lesionando.
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