Hay un montón de cosas que son buenas para tu salud y tu rendimiento. Hay otras tantas cosas que son pésimas.
A continuación, te contamos las 7 cosas que debes de hacer inmediatamente.
1.- DEJA DE ENTRENAR CON DOLOR
Nunca debes correr con dolor, debes aprender a distinguir incomododidad con dolor.
Una de las razones por las cuales muchos corredores corren con dolor, es la intensidad de sus entrenamientos; nunca hay que confundir el trabajo duro, con superar nuestros límites y llegar a lesionarnos.
La clave será encontrar el equilibrio (cada corredor tiene el suyo) entre la realización de entrenamientos intensos y períodos de recuperación donde le permitamos a nuestro cuerpo realizar los procesos correspondientes para asimilarlos y sacar provecho de ellos.
Claro que la intensidad de los entrenamientos de un corredor no es la única causa de dolores, entre ellos podemos nombrar: inadecuada técnica de carrera, falta realización de estiramientos, poco fortalecimiento muscular, intentar hacer demasiado muy rápido y otros tantos errores que los corredores suelen cometer.
2.- DEJA DE COMER CUALQUIER COSA
Es increíble pero real, muchísimos corredores salen a entrenar y buscan perder peso. Sin embargo, lo ganan, engordan.
Una de las grandes causas por las que pasa esto, es por la creencia de que como estás entrenando puedes comer cualquier cosa.
Si quemas 500 kcal en un entrenamiento, pero al terminar de correr llegas con apetito y te comes todo lo que encuentras en tu casa, de poco habrá servido el esfuerzo.
Come de forma inteligente, consume nutrientes, ten cuidado con las calorías vacías.
3.- DEJA DE DECIR NO PUEDO
Quiero entrenar … pero no puedo; quiero correr más rápido … pero no puedo, quisiera bajar de peso … pero no puedo. La lista suele ser casi infinita.
Deja de decir que no puedes. Deja de tener miedo a lo que pueda ocurrir. Deja de postergar y arriésgate.
Date cuenta de las virtudes y capacidades que tienes. Desafía las posibilidades y sé persistente. Verás que sí puedes hacerlo.
4.- DEJA DE SALTEAR ENTRENAMIENTOS
Perderse un entrenamiento, es una circunstancia que pocos corredores pueden evitar.
Enfermedades, lesiones, cuestiones climáticas, compromisos sociales y desmotivación son algunas de las típicas razones por las que se suelen sacrificar los entrenamientos.
Mientras que saltarse un entrenamiento no es grave, la repetición de este tipo de conducta puede afectar tu rendimiento y puede ser el síntoma de que algo no anda bien.
La constancia es vital para un corredor. No lo arruines.
5.- DEJA DE «OLVIDARTE» DE LOS ESTIRAMIENTOS
Pese a los grandes beneficios de los estiramientos, cuando llega la hora de realizarlos, demasiados corredores se «olvidan» de ellos (o se hacen los tontos).
Lamentablemente, para muchos corredores resulta más fácil correr una hora que estirar diez minutos.
Los estiramientos son importantes ya que, al correr se mueven constantemente “bisagras” (nuestras articulaciones), si esas “bisagras” están duras o no se abren mucho, se gastará más energía en moverlas que en avanzar, es como querer pedalear en una bicicleta toda oxidada.
Empieza a considerar a los estiramientos como una parte integrante de tus entrenamientos. No los olvides.
6.- DEJA DE LLENARTE CON CARBOHIDRATOS
«Los carbohidratos son la energía del corredor»; casi todos los corredores repiten eso.
El error que se genera a partir de esto, es creer que más energía, significa más rendimientos. Así vemos corredores que pasan todo el día consumiendo carbohidratos.
Salen a correr 30 minutos, con su bebida deportiva; corren un 10k y consumen geles energéticos; antes de salir a correr consumen carbos, después de correr carbos. Todo el día.
Los carbohidratos son nutrientes importantes para los corredores, pero las grasas y las proteínas también lo son. Todo en su justa medida.
7.- DEJA DE PENSAR QUE VAS A MEJORAR SIN PARAR
Cuando empiezas a correr, las mejoras son permanentes y significativas (si entrenas con inteligencia claro).
Las marcas se mejoran permanentemente y en muchas ocasiones con diferencias de minutos.
Nunca creas que esto va a ser siempre así. No te presiones.
Inevitablemente, llegará un momento donde los márgenes de mejora serán cada vez más reducidos. Rebajar algunos segundos será muy difícil.
No desesperes, no pierdas la confianza ni la motivación.