ATP: ¿Qué es? ¿Cuál es la importancia para un corredor?

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El trifosfato de adenosina, también conocido como ATP, es un concepto importantísimo para los corredores pero que muy pocos conocen.

Por eso, en este artículo te contaremos qué es el ATP y cuál es su importancia para un corredor.

QUÉ ES EL ATP

Tu cuerpo está lleno de células. Las necesitas para estar vivo.

Las células de tu cuerpo requieren de  un continuo suministro de energía.

El ATP es la principal molécula para almacenar y transferir energía en las células. Básicamente es la unidad de medida de la energía de la célula.

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Ahora bien, tus células pueden almacenar una cantidad limitada de ATP y por ello, necesitan estar constantemente produciendo más.

SISTEMAS ENERGÉTICOS ¿COMO GASTA TU CUERPO EL ATP?

Para correr necesitas energía, eso ya lo sabes. Lo que quizás no sabías (o no tenías presente) es que tus células necesitan ATP, su combustible, para funcionar.

En caso de que te preguntes, qué tienen que ver las células con el running, es importante que recuerdes que tu cuerpo está formado por la unión de millones de células con diversas funciones; entre ellas, las células musculares.

Así, aunque nosotros vemos a los músculos como una unidad (el biceps, el cuadriceps, los abdominales, etc), cada músculo esta compuesto por muchísimas fibras musculares, cuyas contracciones en forma conjunta generan los movimientos.

 Las fibras musculares son las células que componen los músculos y tienen la habilidad de contraerse y relajarse en respuesta a los mensajes de nuestro sistema nervioso central.

Básicamente, para funcionar tus músculos necesitan  ATP (Adenosina Trifosfato) y la obtienen través de 3 sistemas energéticos.

Los tres pueden estar aportando energía de manera simultánea, pero siempre va a haber uno que predomine sobre los otros en un momento dado.

Como verás a continuación, dos de estos sistemas de energía funcionan sin oxígeno (anaeróbicos), y  uno de ellos requiere una entrada constante de oxígeno (aeróbico).

❱❱❱ Sistema de fosfágenos (o anaeróbico aláctico)

Como ya mencionamos, tus músculos almacenan pequeñas cantidades de ATP y fosfocreatina (convertible a ATP de manera casi inmediata).

El sistema de fosfágenos permite obtener energía rápidamente para movimientos explosivos, donde no hay tiempo de convertir otros combustibles en ATP.

Con esta energía puedes realizar actividad intensa, pero durante muy poco tiempo, no más de 8-10 segundos.

❱❱❱ Sistema glucolítico (o anaeróbico láctico)

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Tus músculos (e hígado) además de ATP, almacenan  glucógeno.

A través de este sistema, ese glucógeno se convierte en glucosa y después en ATP, permitiendo realizar actividad intensa (aunque menos que en el caso anterior) durante unos pocos minutos.

❱❱❱ Sistema oxidativo (o aeróbico)

Este sistema, es probablemente el más utilizado por los corredores de largas distancias.

Es la forma más lenta de obtener ATP, pero puede generar energía durante horas. Este sistema necesita de oxígeno para generar ATP.

MITOCONDRIAS Y ATP

Desde lo técnico, digamos que las mitocondrias son orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular.

Actúan, por lo tanto, como centrales energéticas de la célula y sintetizan ATP (ayudan a generarlo)  a expensas de los carburantes metabólicos (glucosa, ácidos grasos y aminoácidos).

Lo que esto significa y allí radica la importancia de las mitocondrias es que, durante el ejercicio aeróbico (cuando corres) la mayor parte de la energía que necesitan las células musculares es suministrada por la mitocondria.

Las mitocondrias  son conocidas como el “motor energético”de las células. Una mayor cantidad y potencia de las mitocondrias que tienes en tus fibras musculares, permitirán que tengan más energía.

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