Nadie es perfecto, en mayor o menor medida todos nos equivocamos, y aunque de los errores se aprende, hay algunos errores tontos que sería mejor evitar.
Decimos errores tontos, porque luego de cometerlos es muy normal mirar hacia atrás y pensar «qué tonto que fui».
Los errores que te mostraremos a continuación son tan típicos y tontos que seguramente te preguntarás ¿como pude cometer este error?
CORRER CON DOLOR
Nadie quiere perder un entrenamiento y como consecuencia de esto, los corredores suelen correr con dolor.
El tonto error que casi todos hemos cometido alguna vez, es correr un día con una molestia con la esperanza de que mejore y correr al día siguiente con la misma molestia.
El problema es que así, la pequeña molestia, se convierte en dolor y luego en una lesión que te impide correr.
Cuando llegas a esto y miras hacia atrás, es normal darte cuenta que tu cuerpo te estaba avisando y te dió señales suficientes para que te detengas. Lamentablemente el error y el daño ya está generado.
CREER QUE ERES DIFERENTE AL RESTO
Una de las recomendaciones generales para corredores suele ser, no aumentar de forma significativa tu kilometraje semanal.
Sin embargo, muchos corredores pasan de correr 40 kilómetros en una semana a 80, de hacer fondos de 15 kilómetros a 30 kilómetros.
Creen que su cuerpo es diferente al resto, que puede tolerar todo y que están libres de algunas precauciones genéricas.
Lamentablemente, hay reglas que están hechas para cumplirse y este tipo de corredores terminan dándose cuenta a los «golpes»; la consecuencia: una lesión.
VELOCIDAD SIN CALENTAR
El calentamiento debería formar parte del entrenamiento de todo corredor; la mayoría lo saben pero son los menos quienes los cumplen.
Aunque en entrenamientos regenerativos y en fondos lentos, la entrada en calor puede no ser tan importante, ya que corren a ritmos no tan exigentes, en entrenamientos de velocidad o carreras es completamente vital.
Antes de someter a tu cuerpo a la exigencia que significa participar de una carrera o realizar un entrenamiento de velocidad, necesitas prepararlo mediante un calentamiento, que permita el aumento de la temperatura corporal y el flujo sanguíneo a nuestros músculos.
Cómo consecuencia de ello, podrás rendir al máximo y minimizar el riesgo de lesionarte durante la carrera o el entrenamiento.
Para entrenamientos exigentes o carreras, un calentamiento no significa 2 minutos de trote ni algo parecido.
Aunque el tipo de calentamiento a realizar depende en buena medida del tipo de carrera o entrenamiento a realizar, el que solemos recomendar nosotros incluye algunos minutos de trote suave (no menos de 10 minutos) y otros minutos de los running drills que puedes ver en este enlace.
CREER QUE NO VAS A LESIONARTE JAMÁS
Aunque hay forma de reducir el riesgo de lesiones, ningún corredor está exento de ellas.
Los accidentes existen y hasta puedes sufrir una lesión sentado en trabajo. Creer que no vas a lesionarte jamás, es casi, como pensar que nunca vas a morir.
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ARRUINAR LOS REGENERATIVOS Y LOS DÍAS DE DESCANSO
Para los corredores que están acostumbrados a entrenar duro, los entrenamientos regenerativos (corriendo lento o mediante entrenamiento cruzado) y los días de descanso absoluto, pueden ser una tortura.
Pese a ello, son esenciales para todo corredor, ya que son los que permiten recuperarte luego de duros esfuerzos y ayudar a fortalecer tu cuerpo y mejorar.
Cometer el tonto error de correr demasiado rápido o demasiados kilómetros en los entrenamientos regenativos o entrenar cuando te corresponde no hacer absolutamente nada, es un error que puede salirte muy caro.
Aprende a controlar tu ansiedad, entrena cuando debes entrenar y descansa cuando debas descansar.
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