Cuando corres largas distancias, es indispensable «ahorrar» la mayor cantidad de energía posible minimizando el gasto en cuestiones innecesarias.
Sin embargo, muchos corredores tienen la costumbre de correr con determinadas zonas de su cuerpo con sus músculos contraídos, tensos.
Contraer músculos de forma innecesaria te hace gastar más energía, y además, aumenta el riesgo de sufrir molestias mientras corres o después de correr.
A continuación, te mostramos las zonas que los corredores más suelen tensar mientras corren.
1.- LOS HOMBROS
Los hombros tensos, contraídos y elevados (escondiendo el cuello) es una postal habitual en carreras y entrenamientos.
Este tipo de error en la técnica de carrera, presenta algunos problemas importantes:
– Los hombros son importantes para mantener tu parte superior relajada, ya que ello te permite correr de una manera mas eficiente; hombros tensos significan mayor gasto energético.
– Correr con los hombros tensos, no solo produce la tensión de tus hombros, sino también puede repercutir en molestias en tu espalda o cuello.
– Las molestias y dolores de correr con los hombros tensos, no solo aumentarán las posibilidades de lesionarte, sino que también aumentarán tu percepción del esfuerzo durante el entrenamiento o carrera.
No olvides relajar los hombros mientras corres y evitar este tipo de conducta que perjudica tu satisfacción al correr y tu rendimiento.
2.- LOS PUÑOS
Aunque muchos creen que las piernas son las únicas protagonistas a la hora de correr, es importante saber que los brazos también corren.
El movimiento de tus brazos al correr tienen un efecto directo en tu zancada y en la eficiencia que tenemos al correr.
Una parte de los brazos que muchos corredores olvidan, son los puños. Corren con los puños cerrados con mucha fuerza. Un problema que no solo genera tensiones en dicha zona, sino que también suele afectar la tensión de los hombros.
Por ello, te recomendamos que al igual que los hombros y codos, recuerdes correr con tus manos relajadas. No cierres con fuerza los puños ni pongas los dedos rígidos.
Algunos entrenadores entregan a sus corredores un huevo hervido (sin cascara) o una papa hervida durante el entrenamiento. Si al correr están dañados, será porqué has hecho presión con las manos.
El objetivo mientras corres, es cerrar tus manos, sin exagerar con la fuerza.
3.- LA CARA
Tu cara está llena de músculos que contribuyen a la apertura y la oclusión de tu boca y ojos, a la masticación y a la expresión mímica.
No son músculos grandes, pero son tejidos que si se tensan por mucho tiempo pueden traer problemas. Evita correr con el ceño fruncido, mordiendo tus dientes con fuerza y los pómulos contraídos.
Algunos trucos que pueden ayudarte a relajar la zona y que deberías probar son: abrir y cerrar la boca a cada rato, sonreír y concentrarte en la relajación de tu cara.