Los tendones unen los músculos con los huesos, son estructuras sumamente elásticas (formadas por colágeno) que son capaces de soportar altas cantidades de fuerzas de tracción y que son vitales para mover tus huesos.
Sin los tendones, no habría una conexión entre los músculos y los huesos y sería imposible que el cuerpo se mueva en la forma que lo hace.
La cantidad de fuerza que los músculos pueden generar son transferidas a los huesos mediante los tendones, por lo que juegan un rol esencial para los corredores, ya que almacenan y liberan energía elástica que es utilizada para propulsar el cuerpo hacia delante.
Debido a su importancia y las exigencias a las que son sometidos, las lesiones en tendones son un riesgo para los corredores.
En corredores, son muy comunes las conocidas tendinitis (aunque el término correcto es tendinopatía), siendo las más comunes la aquiliana (del tendón de aquiles) o la rotuliana (del tendón rotuliano de la rodilla-).
Aunque dependiendo de la gravedad y la zona donde sufres la tendinopatía, el tratamiento puede tener algunas variaciones, hay algo que todas tienen en común: son extremadamente molestas y pueden ser difíciles de eliminar sino son tratadas rápidamente.
EL PROBLEMA DEL REPOSO EN LAS TENDINOPATÍAS
En estadíos avanzados de la lesión, que se presentan generalmente como consecuencia de no escuchar a tu cuerpo y dejar crecer la lesión, las molestias y el dolor al correr o en reposo puede dificultar gravemente tus hábitos diarios.
Ante elevados dolores, correr puede ser prácticamente imposible, pero caer en el error de hacer reposo pensando que así se cura una tendinopatía, dificulta aún más la recuperación.
Los tendones reciben muy poco suministro de sangre directo y obtienen la mayor cantidad de sus nutrientes a través del líquido sinovial. Esto significa que si lo único que haces es reposo, no estimularás el envío de nutrientes a tus tendones, por lo que probablemente tu recuperación se estancará.
Además, la falta de actividad física, producirá un debilitamiento de tus músculos, lo que puede complicar aún más las cosas.
Por ello, es importante que si te han diagnosticado una tendinitis o tendinopatía, tengas un plan de entrenamiento que te permita fortalecer tus músculos, aumentando el flujo sanguíneo y sin que se agrave la lesión que estás padeciendo.
A continuación, te mostramos dos buenas formas de fortalecer tus músculos sin afectar tu recuperación ni agravar una tendinitis.